Las personas privadas de la libertad no han recibido visitas de sus familiares por causa de la pandemia, por esta razón los invitamos a escribirle una carta al Covid-19 con el fin de expresarse y de percibir este virus desde su contexto.
A continuación encontrarán algunas de las cartas hechas internos de la Cárcel y Penitenciaría de Media Seguridad de Bogotá – ‘La Modelo’. Esta es un muestra de las voces de las personas privadas de la libertad y lo que han vivido por cuenta de la emergencia sanitaria.
Por Edgar
Bogotá D.C miércoles 04 de noviembre 2020
Querida pandemia, con mucho aprecio te saludo desde un rincón de mi celda en este apartado lugar. Quiero expresarte, a través de esta carta, una extraña sensación de sentimientos encontrados que me tomaron desde el día en que te conocí. Tú llegaste en un momento complicado de mi vida, y eso género que uno de esos sentimientos encontrados sea la incertidumbre. No saber cómo están mis familiares y seres queridos durante tu paso por este planeta; no saber si vendrás a darme uno de tus golpes en este lugar tan frío y solitario, [por] no poder cuidarme; ni cuidar a los demás debido a la prisión y la cantidad de personas juntas en este lugar.
Me ha[s] traído contigo muchas tristezas y tragos amargos y has logrado que mire tan dentro de mi ser que me he encontrado incluso facetas de mí que no conocía. Me has mostrado cosas que no sabía de mí, como que puedo llegar a llorar por extrañar tanto a una persona, que puedo llegar a reír por el simple hecho de recordar un momento vivido con alguien y que, con solo ver una fotografía, puedo realizar un viaje que me lleva a extrañar más a una persona y, a la vez, a extrañar menos a la misma.
Por encima de todos estos sentimientos encontrados, hay uno de agradecimiento, porque después de tu llegada me he hecho más fuerte, he crecido como persona y, espiritualmente hablando, te informo, querida pandemia, que he hablado mucho conmigo mismo y he aprendido a conocerme mucho mejor que antes. Este tiempo conmigo solo me ha ayudado a pensar en todos esos errores que he cometido y, gracias a eso, se cómo puedo luchar por dejar de cometerlos.
Para despedirme, quiero decirte algo, querida pandemia, la historia ha demostrado que personas como tú no son eternas y que así como llegan se van. Sé que tu paso por el mundo ha sido difícil y que detrás de ti se irán muchas personas, pero los que quedamos tenemos algo más claro que antes de conocerte, y es que personas como tú pasan por la vida de otras personas y hacen mucho daño; pero, a la vez, hacen bien, puesto que solo cuando estamos en el rincón del ring contra las cuerdas, sacamos las fuerzas que tenemos en el interior que normalmente no utilizamos
Y estas lágrimas, junto con este sentimiento de victoria, te lo debo única y exclusivamente a ti querido Covid-19.
Pdta.: vuelve cuando quieras
Con aprecio Edgar
Por Óscar
A causa de lo que dijeron del daño que podrías causar no he vuelto a compartir con mi familia ni personas amadas. Perdona, no te sientas culpable por esto que te escribo, no te hago responsable por la nueva distancia de las pocas personas que aún anhelan verme.
La exageración que los medios masivos de comunicación han creado acerca del daño que causas ha mejorado la estrategia y cubrimiento del imperio del miedo, alejándonos unos de otros por temor a tu abrazo.
Te escribo con mucho respeto y poca distancia: Tu compañero temporal de coexistencia.
Por Alejandro
Señor pandemia covid 19
Le escribo a usted estas líneas con mucha humidad para solicitarte que seas más equitativa con las personas y no te desquites de los más vulnerables solamente.
Tú llegas y te alojas en la población humana, pero solo te afianzas con aquellos que ya por su edad mantienen más problemas de salud que la experiencia en sus labores. Te afianzas con aquellos que por vocación dan su vida por ayudar a los demás, esos que son profesionales de la salud y, paradójicamente, pierden la batalla contra ti. Tú no estás teniendo en cuenta la situación de nosotros los privados de la libertad que, si bien a veces deberíamos padecer por nuestros pecados, no contamos con tal suerte y [tú] nos mantienes alejados de aquellas personas que todavía creen en nosotros y sienten afecto por los privados de la libertad.
Te pido que seas más equitativa con las personas que contagias. Si entregas a la señora muerte a las personas jóvenes, esta población respetaría aun más y no te menospreciaría tanto, a tal punto de creer que es invulnerable a ti y que le importa poco lo que suceda con las personas mayores. Es un total egoísmo frente a las generaciones más longevas y que estas personas aportan sus experiencias y su calidad humana para los jóvenes.
Por último, te pido que ceses tu contagio, ya que muero de ganas de ver a mis seres queridos y sentir su calor su amor y ternura hacia mí; y que florezca un nuevo mañana para todos nosotros.
Ahora sé que el aislamiento obligatorio al que fue sometido el planeta era exagerado, casi todos los que decidieron hacerte frente desde sus casas aún viven para contarlo.
En este patio, hubo más de 150 personas privadas de la libertad con síntomas claros de tu abrazo, y sé, por experiencia propia, que ninguno en el patio se libró de ti. Soy testigo de que huir de ti no era la mejor solución.
En este patio aislaron a 50 personas dos semanas después del gran contagio, cuando los síntomas habían disminuido, pero ese piso frío, deprimente, escaso de ventilación y movimiento hacia más sano que tú.
Por Brayan
Estas palabras son dirigidas para el virus Covid-19, el cual está por todo el mundo generando una pandemia y causando miles de muertes. Estas palabras son para hacerle saber todo el mal que nos está causando, para que, por favor, se retire de nuestras vidas para así volver todo a la normalidad y poder volver a estar con nuestras familias.
Muchas gracias por su atención prestada.