Por: El Nuevo D 

Tenía la costumbre de salir a la ciclovía, y usaba gorras de marca LA. Siempre salíamos junto con mi familia, mi madre, mi hermano, mis tíos, algunos amigos amigos y unas primas. Yo siempre iba adelante en mi bicicleta, me gustaba mucho adelantarme e ir a una velocidad bastante rápida. Al llegar al parque Nacional jugábamos baloncesto, tenis y realizábamos aeróbicos, luego, comíamos ensalada de frutas y reíamos. Todo era alegre y divertido, la convivencia hacía que día a día fuéramos más unidos y nadie nos molestara. Era el plan divertido del domingo. Son unos recuerdos que llegaron a mi mente.

Cuando me adelantaba, siempre me esperaba un hombre no muy agradable. Se ubicaba  exactamente en la calle 59 con séptima. Al ver que yo me acercaba se paraba en el separador.

A mi corta edad de 7 años no me percataba de eso y simplemente avanzaba en mi bicicleta. Cada domingo aquel hombre me robaba las “vascas”, si no me las robo en 15 oportunidades fue porque al final, mi familia no me volvieron a dejar avanzar solo.

Un día mis tíos y yo decidimos que yo debía avanzar solo. Al verme, el hombre me robaría de nuevo, y así fue. Sólo que esta vez  se llevó una golpiza por parte de mis tíos y nunca más lo volvimos a ver por ahí. Ese es un momento que recuerdo mucho porque me gustaban mucho las gorras.