Indudablemente la mejor manera de aprender a perdonar es siendo perdonado por una falta o un error que hayamos cometido. Esto satisface nuestra necesidad de sentirnos en buena relación y en paz con los demás como sin conflictos ni contrariedades.
Lógicamente cuando pedimos Perdón estamos aceptando un error o una falta y le pedimos al doliente o dolientes que no la tenga en cuenta como que en realidad somos buenas personas poma merecedores de lo mejor.
Si se ha sentido la necesidad de pedir perdón y se ha hecho con sinceridad y razón podemos decir que ya sabemos la importancia del perdón también sincero y razonable para con quién nos afecta de alguna manera.
Cuando sientas la necesidad de pedir perdón, sentirte y ser perdonado, no lo pienses, pídelo.
Lee más historias ingresando a: http://portalelvigia.com/publicaciones/
Consulta el libro Anotaciones a la libertad II, ingresando a: https://bdigital.uexternado.edu.co/handle/001/480