Por Juan David O
Es de noche, mi novia me pide que la lleve a algo. No hay mejor plan que recorrer la ciudad por la séptima, escuchando cuenteros, pintores de paisajes, rostros, caricaturas, bailarines, chistes y otros medios que utilizan para entretener. Me llama la atención un show de malabares; dos hombres sobre una riata que amarran a los árboles. Ellos saltan, se paran, caminan sobre aquella cinta, hasta que uno pierde la concentración. Por ver el billete depositado en su sombrero, y es el piso quien recibe su rostro dejando una aventura de puntos y…
… terminó la función.